domingo, 13 de agosto de 2017

20 Preguntas a los que escriben - Macarena Moraña

Hoy el Blog le tiene a ganar en rating a Juego de Tronos.
Hoy con las 20 preguntas estandarizadas a los que escriben: Macarena Moraña, posiblemente la pluma más sensorial y musical de los últimos tiempos.
¡Infinitas gracias Maca por tu siempre buena disposición!


Macarena Moraña nació en 1977 en Buenos Aires. Coordina talleres de lectura y escritura y realiza columnas literarias tanto para radio —Radio Sur FM 88.3/Radio Madre AM530— como para medios gráficos. Publicó la novela Los escarabajos por editorial Alto Pogo, el libro de cuentos Indómitas, a través del ministerio de cultura, participó en la antología Taco Aguja y en dos novelas de la editorial Pelos de Punta. Algunos de sus cuentos fueron publicados en diversas revistas y diarios, entre ellos La Balandra, Hoy día Córdoba, El pequeño Jerónimo. Escribió los libros infantiles “El secreto de mi abuela Leonor” y “Cuando yo lo decida” para el proyecto Mundo Cronopio de España. Tiene dos hijas mágicas y un nuevo libro entre manos.Su sitio es:  maquimora.wixsite.com/textos



1- ¿Qué fue antes, el huevo o la gallina? ¿Qué hay primero? ¿Un lector que se transforma en escritor, o  un escritor que se transforma en lector?
El huevo. Nada. En mi caso, lo segundo.

2- Describime tu escritorio a la hora de sentarte a escribir un texto.
Es un caos tan inevitable como insoportable. Papeles y papeles con anotaciones, libros, uno o más cuadernos, el mate, un vaso siempre ya sin agua, caramelos de mentol, la computadora encendida, la imagen de mis brazos moviéndose para seguirle el ritmo a la mente.   

3- ¿Cuánto hay de tu pedacito de barrio en tu escritura?
Soy tanto una chica de barrio como una chica que escribe. Y moriré siendo las tres cosas: mi barrio, mi escritura, una chica.

4- Todos los escritores recomiendan tomar talleres. ¿Por qué hay que tomarlos?
Para ejercitar. Para cada tanto cumplir con las consignas. Para  quedarte mascullando ideas. Para sentir la impotencia de nunca llegar a ser tan lector como queres. Para leer. Para debatir con otros tus textos y los de ellos. Para tomar vino. Para llorar. Para leer a Barthes. 

5- ¿Cuál es el mejor consejo que te han dado como escritor?
Muchos, pero mencionaré uno que me dio Guillermo Saccomano: a veces hay que escribir diez páginas para quedarse con un párrafo decente. 

6- ¿La mayor alegría literaria que has tenido?
Los escarabajos, mi novela.

7- ¿Qué escritor te robé una idea antes de que se te ocurriera?
Si aun no se me había ocurrido es porque aun no era mía, pero de chica yo creía que el mundo era una gran pantomima que giraba alrededor de mí sin ninguna razón concreta. Todos los que me rodeaban eran actores. Pensaba que, por ejemplo, cuando me metía en el baño, mi madre descansaba de interpretar su papel de madre, mis hermanos del suyo, y así todos. Una especie de Truman Show sin pantalla.

8- ¿Qué se siente haber terminado un texto?
No sé, porque siempre siento que los textos son flexibles, que pueden modificarse a lo largo del tiempo. No obstante cuando llego a decir lo que quiero decir en una frase y pasado un tiempo vuelvo a leerla y la transcribo sin cambiarle nada, quedo cansada, sonriente, y esperando que todo vuelva a empezar. 

9- ¿Qué debe tener un buen texto?
Un buen texto es como una casa en la que vivís durante un tiempo, ya sea el tiempo de la lectura, el de la escritura o el de ambos, por tanto tiene que ser confortable, un lugar en el que no necesites nada más que lo que te ofrece. Pero no hablo de una confortabilidad equivalente al goce, se puede padecer un texto y aun así sentir que no queres salir hasta llegar al final. Un buen texto tiene que tener ese poder, el de abducirte por un rato. También creo que la belleza es una condición fundamental. 

10- ¿Cómo es el lector ideal?
No sé si hay un lector ideal, pero me gusta el lector que entra, que se mete, que se deja seducir, que es crédulo, que no le imprime moral a la lectura, que discute con el texto y sus personajes.   

11- Un buen escritor… ¿se expone sin tapujos? ¿O logra evadirse totalmente?
Me encanta la palabra tapujos. Si los tapujos fueran prendas de vestir, me las sacaría. Me encanta la osadía. También me gusta la evasión a la hora de escribir, sentarme a hacerlo y de golpe levantar la vista y ver que pasaron varias páginas y varias horas sin que me diera cuenta.

12- ¿Qué cosa está sobrevalorada en la literatura?
De un tiempo a esta parte se me hizo insoportable la palabra “cosa”. En ella puede entrar desde un gato, una mesa, un tema de Bon Jovi. Todo es una cosa, así que seria imposible cuantificar todo lo que está sobrevaluado. Puedo decirte que la moda de la llamada literatura del Yo me parece una corriente interesante y asqueante a la vez. Las redes sociales y la exposición han hecho estragos en ese sentido. Pareciera ser importante todo lo que nos pasa: lo que comemos, lo que opinamos sobre astrología, lo que soñamos. Es cierto que se puede hacer literatura con un pedazo de carne podrida, pero para que ese pedazo de carne podrida sea interesante, hay que tratarlo con una destreza que conlleva acaso mas esfuerzo que una buena historia que más o menos se cuenta por sí misma.  

13- Si llegaran los extraterrestres… ¿Qué libro les regalarías como muestra del genio humano?
La metamorfosis, de Kafka.

14- ¿Qué diferencia hay entre tu primer libro, y el texto en el que estés trabajando ahora?
Muchas. Mi primer libro lo escribí a los siete años y fue lo mejor que escribí y escribiré. 
Ahora trabajo en varios textos a la vez y me siento un poco mareada. Advierto mejorías y también vicios por los que tomaría cursos para poder abandonarlos.  Sigo abusando de las enumeraciones, hablo de la orfandad aun cuando me propongo lo contrario, y tarde o temprano me tengo que alejar de mis mejores personajes porque me enamoro de ellos. 

15- ¿Qué rostro tienen tus musas?
El de una señora maloliente que carga bolsas llenas de ¿ropa? El de un hombre sin dientes con los dedos negros de tierra. El de un nene chiquito que fuma y se ríe, el de una nena quemada, el de un hombre hermoso que toca el piano, el mio, de cuando era alguna de las tantas que fui y muchos más.

16-Al mejor estilo Frankenstein… armame un monstruo con partes de diferentes escritores.
La altura fantástica de Julio Cortázar, la sonrisa rural de Sara Gallardo, el cuerpo existencialista de Clarice Lispector, la mirada extraviada y poética de Alejandra Pizarnik, las piernas satánicas de Silvina Ocampo, el pelo enloquecido de Georges Perec, la precisión inverosímil de Jorge Luis Borges. 

17- Un libro que todos recomienden y que no te haya gustado.
No me gusta el tipo la prosa fragmentada ni el lenguaje de la biblia. 

18- ¿Cómo sería un mundo sin libros?
Un desperdicio.

19- Funda una nueva religión. A quiénes se adoraría. Cómo serían los rituales.
El mundo esta mal diseñado. Son los niños quienes deben dirigirlo y diseñar los juguetes. A ellos deberíamos adorar. Es inhumano que haya niños con hambre. Deberíamos vivir para alimentarlos y abastecerlos. Los rituales deberían estar compuestos de tardes de juegos, cuentos, meriendas, mascotas. Supongo que tarde o temprano se convertiría en una tiranía, pero una mucho más divertida e ingeniosa que todas las vividas hasta ahora por la humanidad.
  
20-¿Qué título tendría tu biografía póstuma?
Si es póstuma la escribirá otra persona, así que no sé, dependerá de quien lo haga. Yo quisiera que escribieran algo así como “la enamorada de la literatura” pero es tan cursi que mejor volvamos a la idea de que se encargue otro. 


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